• Muestreo, consiste en elegir muestras representativas para poder realizar un diagnóstico adecuado ya que al interior de la parcela puede existir cierta variabilidad en su composición, por eso es importante recoger muestras en más de un punto.
• Análisis: aporta información de condicionantes físicos (estructura física del suelo), condicionantes químicos (nutrientes), parámetros biológicos (población microbiana).
• Interpretación, existen diversos métodos de interpretación, dependen del cultivo, modo de manejo del suelo, pero la metodología más difundida para el diagnóstico de nitrógeno (N) se basa en la determinación del contenido de N-nitrato en suelo previo a la siembra del cultivo.
• Recomendaciones, se utiliza un sistema para poder transformar los datos en análisis en unidades fertilizantes a aportar, cantidad de una enmienda, etc.
  

Entre los factores químicos destacan: el Ph, que determina la acidez del suelo, la cual condiciona el crecimiento de los cultivos. La materia orgánica, en definitiva, porque afecta a la estructura del suelo y a la disponibilidad de nutrientes, así como los minerales rápidamente disponibles por la planta, tales como fósforo (P), potasio (K) y magnesio (Mg).

Como ves realizar un análisis de suelo aporta información valiosa que ayuda a optimizar la producción, transforma la materia inerte y en descomposición, así como los minerales, en nutrientes para las plantas, favorece el control de las enfermedades de las plantas, los insectos y malas hierbas, coadyuva a mejorar la estructura de los suelos con efectos positivos para la capacidad de retención de agua y nutrientes, también mejora la producción de cultivos y contribuye a mitigar el cambio climático al mantener o aumentar su contenido de carbono.